«Siempre he sabido que hay cosas que no se pueden contar a nadie. Cosas secretas. Ocultas. Siempre he sabido que los deseos pueden hacerse realidad si se piensan de un cierto modo, suavemente, con ingeniosidad. Imaginas en tu interior las cosas que quieres. Como si las vieras en el fondo de un pozo.
Y siempre he sabido que nadie debe saberlo, nadie debe oírlo, porque pueden pensar que estás loca o que quieres llamar la atención; sin embargo, a veces quisieras ayudarlos, explicarles cómo son las cosas, para que la vida no sea tan larga y tan difícil.
Y lo intentas y, en el mismo momento en el que lo intentas, sabes que has vuelto a equivocarte».
Aunque seamos malditas – Eugenia Rico