¡Heeeeeeeeey queridos y queridas!
Hacía mil años que no escribía y, digo, escribir para mí, porque me apetece hablar de un tema, porque quiero que se me vaya la olla. El tiempo, el cual me escasea, no me deja tregua para actualizar mis blogs y sé que muchos me seguís, así que os pido mil disculpas 🙁
Quiero hablar de muchas cosas y quiero empezar por un juego que terminé justo ayer: Life is Strange.
Lo sé, lo sé. Es un juego que salió hace unos años, pero vi una oferta en Steam y me dije: ¡venga va Ari, que hace mil años que no juegas! Quería hablaros de mi sensación sin, evidentemente, hacer spoilers. Lo que no os romperá la magia es saber que se trata un juego cuya, jugabilidad, es escasa. Se mueve a través de decisiones y algunas acciones que debemos tomar que lo hace más atractivo, pero no esperéis matar bichos a tiros o pegar saltos como locos.
Reconozco que se me hizo algo pesado porque hablan mucho, mucho… Creo que se podría haber sintetizado algo más sin perder la magia, al mismo tiempo que no hubiera estado mal adaptar algo más de acciones para hacerlo más entretenido en el mundo del videojuego. No obstante, me sentí satisfecha con el resultado porque conseguí darme cuenta que es una historia que te atrapa y te hace replantearte quién eres, cómo actúas y, en situaciones difíciles, qué decisiones tomarías y cómo afectaría eso al futuro e, incluso, al pasado y al presente. Los personajes están muy bien tratados, todos con carisma y con una empatía que se gana tu corazón por muy odiosos que parezcan.
Una de las cosas que me sorprendí sobre mí misma fue ver que sí, que tengo bueno ojo para calar a la gente que no es de fiar y, los que habréis jugado, ya habéis descubierto a quién culpé en un momento dado que resultó ser una de las piezas claves al final (y no digo más).
Max & Chloe
Me gustaría hablar de Max, Max Caulfield, la protagonista que posee el poder de ir hacia atrás en el tiempo:
NO ME CAE NADA BIEN. Es una chica que solo se lamenta de las cosas, que es valiente, pero siempre con un aura emo que me disgustaba. Los creadores hicieron bien eligiéndola porque es un sujeto con el que la evolución es muy atractiva y vemos cómo es capaz de madurar. Sin embargo, no madura porque los creadores la hayan hecho así, sino por las decisiones que tú tomas. Su mejor amiga, Chloe, es todo lo contrario. Te enamoras al instante de su rebeldía, pero aún así tiene algo que chirría. Juntas hacen que el binomio sea perfecto y que, ambas personalidades, acabaran encajando en mí comprendiendo los sentimientos de ambas.
El juego va sobre la amistad a grandes rasgos y es algo que valoro muchísimo. Cambia por completo el concepto de videojuego para sumirte en una serie de 5 episodios que te atrapa y que depende absolutamente de lo que tú decidas, no de lo que haya decidido el juego por ti para tú seguir jugando.
La magia de la música y la luz
La banda sonora de todo el juego es increíble, encajando con ese carácter emo de Max junto con la tónica punkarra de Chloe. Te atrapa cada secuencia con unos toques musicales muy bien buscados, incluso por la letra si le prestas atención. La luz, ¡oh la luz! Si hablamos que la cosa gira entorno a la fotografía y el arte, es algo que se tiene que tener en cuenta y es un perfecto retrato de ello. Las luces, los colores y el ambiente es acogedor, incluso llega a ser incómodo cuando la cosa se pone algo más tensa, sobre todo, en el momento final del juego.
Yo lo recomiendo como una experiencia, como una manera de entrar en ti y conocerte mejor. Notarás cómo te va conquistando y conseguirá que entiendas más cómo eres a través de tus decisiones. Es capaz de conquistarte y ver el mundo a través de tus ojos con Max y compañía.
Como extra y, sabiendo que es un juego de selecciones, puedes pasártelo una y otra vez tomando diferentes opciones cada vez para ver cómo evoluciona. No obstante, es recomendable que, al menos la primera vez, sea con las que realmente tú tomarías y, ¡ojo! No son nada fáciles…